El sol es uno de los elementos más importantes  para la vida en el planeta y por supuesto tiene sus efectos positivos tanto para el planeta como para los humanos. Por ejemplo el sol promueve la estimulación de la síntesis de la vitamina D. Así como tiene sus efectos positivos, tiene sus efectos negativos y uno de los mas que nos afecta es la exposición prolongada a los rayos solares. Muchas veces no lo vemos así por que sus efectos no son visibles inmediatamente, el daño se va acumulando con el paso del tiempo. La energía solar, también conocida como rayos ultravioletas (rayos UV), afecta desde las capas más superficiales hasta las capas más profundas de la piel.

Cuando vemos cambios en la piel como arrugas y manchas oscuras lo podemos atribuir a la edad, pero realmente estos cambios muchas veces están causados por la incidencia de los rayos solares en las capas de la piel, lo que deteriora la producción de colágeno e inhibe los mecanismos de autorecuperación de la piel. Estos rayos también están considerados como el factor ambiental de mayor riesgo en la aparición del cáncer de piel, que es el tipo de cáncer más común en Estados Unidos. Por esto la protección solar se ha vuelto tan importante. Pero antes de esto viene la educación, necesitamos saber a que nos exponemos día a día para así reconocer que necesitamos cuidarnos en esta ocasión de todas las consecuencias que nos podría traer una exposición al sol no adecuada.

No quiere decir que no podemos disfrutar nuestro verano en un día de playa como acostumbramos hacer. Simplemente  debemos tomar las precauciones necesarias para cuidarnos de los daños del sol en la piel. Si hacemos esto siempre tendremos más posibilidades de prevenir los efectos del sol en nuestra piel y más allá de eso, posibles enfermedades que podrían ser graves.