¿Cómo saber si realmente tienes hambre?
Parece una pregunta sencilla, pero en el mundo actual no lo es. Nos rodea la comida en la televisión, por la calle, en la casa. ¡Hay tentaciones por todas partes!
Por eso es importante aprender a distinguir cuándo tenemos hambre de verdad. De lo contrario, acabas comiendo demasiado y aumentando de peso sin remedio.
Hay que aprender a escuchar a nuestro cuerpo, y detectar las señales físicas de hambre. No podemos utilizar la comida como método para evadirnos de otros problemas o comer delante del televisor sin percatarnos de cuánto hemos comido.
Aunque no es necesario llegar a tener demasiada hambre, si debemos ser conscientes de la diferencia entre hambre y apetito. Cuando tienes apetito, lo que ocurre es que te apetece una cosa determinada (un dulce, por ejemplo). El hambre, por el contrario, se siente en el estómago, y no tiene nada que ver con el aburrimiento, el estrés o los momentos bajos en que nos consolamos con algo azucarado.
Antes de picar entre comidas o lanzarte al refrigerador a ver que encuentras, detente a pensar si realmente tienes hambre o si lo que ocurre es que estás sediento e intenta dar respuesta a esas otras sensaciones de la manera adecuada. Un corto paseo para despejar la mente puede ayudar a eliminar el estrés y el cansancio cuando estamos trabajando, por ejemplo.
Haz caso a tu cuerpo y no te dejes llevar por el apetito y las tentaciones. Parar un momento a escuchar tu cuerpo puede ahorrarte libras de más.