Prevención de Suicidio

Anualmente, más de 800,000 personas en el mundo se quitan la vida y otras muchas más intentan hacerlo. Un suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. En el 2012 el suicidio fue la segunda causa principal de muerte en el grupo de edad de 15 a 29 años en todo el mundo. Sin embargo, podemos decir que en Puerto Rico según las estadísticas del Departamento de Salud los casos de suicidio desde el 2009 al 2014 han disminuido considerablemente. Aun así es importante trabajar con nuestra población ya que el suicidio es un grave problema de salud pública; pero puede prevenirse.

La mayoría de las veces se ha vínculado el suicidio con los trastornos mentales (en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol) pero también se ha documentado que muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que menoscaban la capacidad para afrontar las presiones de la vida, tales como los problemas financieros, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicas.

Además, las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento están estrechamente ligadas a conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de discriminación, por ejemplo, los refugiados y inmigrantes; las comunidades indígenas; las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales; y los reclusos. El principal factor de riesgo de suicidio es un intento previo de suicidio.

Los suicidios son prevenibles. Existen algunas medidas que se pueden adoptar entre la población, los grupos de población y las personas para prevenir el suicidio y los intentos de cometerlo. Esas medidas incluyen:

  • restricción del acceso a los medios de suicidio (por ejemplo, armas de fuego y ciertos medicamentos)
  • información responsable por parte de los medios de comunicación
  • introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo del alcohol
  • identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo

El suicidio es un problema complejo y consiguientemente, las actividades de prevención exigen la coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, incluidos los de salud, educación, trabajo, agricultura, comercio, justicia, derecho, defensa, política y medios de comunicación.

 

Información obtenida de la Organización Mundial de la Salud y de Departamento de Salud de el Estado Libre Asociado de Puerto Rico.